Hace unas semanas llegó el otoño, y con él, los días grises que se acortan cada vez más hasta la llegada del solsticio de invierno. Y esos catarros y contagios, y los abrigos, y el «¡abróchate la chaqueta!» de los adultos.
Sí, el otoño es una estación de retos… pero también de oportunidades: oportunidades para contemplar el cambio de colores en los árboles, oportunidades de disfrutar de una cálida bufanda, oportunidades de ponerse las botas e ir a buscar charcos en los que saltar, y oportunidades de jugar con las hojas caídas en el patio del colegio y observar detenidamente como flotan y dibujan ondas en el agua…
